El
oficio de periodista, si bien es apasionante por momentos y te
permite muchas cosas interesantes, tiene sus riesgos y me atrevería
decir que muchas veces somos juzgados por algún sector de la
sociedad con demasiada ligereza "Si
decimos, porque decimos y sí callamos porque callamos"
Sin
analizar todas las circunstancias sobre el tema.
Es
cierto, no todas las fuentes que brindan información son confiables.
En
más, también sabemos que en algunos medios periodísticos la
dirección y los editoriales responden más a la ideología del
medio, o a los intereses económicos que a la independencia de
criterios, tan necesaria para ser plenamente coherentes, entre lo que
ocurre en la realidad y lo que se trasmite o pública en estos
espacios.
El
periodista que trabaja allí, si no responde a la visión del medio
de prensa caminara siempre al borde de la cornisa.
Opinar
y publicar lo contrario, aunque sea verdad podría costarle su puesto
de trabajo.
Hace
poco escuchaba a un ciudadano que decía sobre algunas dificultades
en la sociedad "Aquí
nadie dice nada, acá todos se callan"
Se
nota que hace mucho que este señor no lee los diarios ni sintoniza
las radios y sólo escucha música; porque si lo hiciera se daría
cuenta que el periodista siempre dará la cara y se expondrá al
publicar, lo bueno y lo malo, que nos sucede.
Néstor
Omar Salgado
Escritor,
Periodista, capacitado por la Escuela Cristiana de comunicación
social ECCOS
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